Hablemos de las dietas para adelgazar rápido.
Si quieres perder peso, obtener un resultado que perdure en el tiempo, no pasar hambre y sobre todo, cuidar tu salud, quédate porque este post te va a interesar.
Estoy segura de que ya te has encontrado con múltiples dietas que te prometen perder muchos kilos en muy poco tiempo, dietas como la Keto, la dieta de la piña, el yogur, la alcachofa… Hay miles y miles de dietas, algunas se centran en consumir un alimento concreto, otras en eliminar de nuestra alimentación algunos productos…
Pero todas tienen en común varios factores que te detallo a continuación:
Restringir alimentos
Todas y cada una de estas dietas “milagro” llevan consigo una restricción. La más común es eliminar de nuestra alimentación los hidratos de carbono (el gran enemigo de las dietas) ya que suele considerarse un producto con mucho aporte calórico e innecesario, lo cual es una gran mentira que explicaremos en otro post.

«Nuestro cuerpo no recibe el aporte calórico que necesita».
¿Qué pasa cuando seguimos una dieta muy restrictiva?
Nuestro cuerpo no recibe el aporte calórico que necesita para mantener un buen funcionamiento, en muchos casos faltan macronutrientes IMPRESCINDIBLES para nuestro organismo, pero lo más evidente es, que este tipo de dieta no se puede mantener en el tiempo por lo que tarde o temprano volverás a tus hábitos alimentarios de siempre.
Perdida rápida de peso
Todas estas dietas nos prometen bajar de peso muy rápido y no te voy a mentir, claro que pierdes peso, pero a costa de tu salud. Veamos que pasa en nuestro cuerpo.
Al eliminar muchos productos de nuestra alimentación e incluso saltarnos comidas, estamos aportando menos calorías de las necesarias a nuestro cuerpo llevándolo a un estado de cetosis.
Por otro lado, cuando buscas una dieta “milagro” probablemente tu objetivo es eliminar la grasa de tu cuerpo, pero la realidad es que con estas dietas lo que más eliminamos es líquido (agua) y músculo, de ahí que físicamente notes una reducción corporal, pero a costa de tu salud.

«Lo que más eliminamos es líquido y músculo».
Efecto rebote
Seguro que alguna vez has oído hablar de él, sucede cuando recuperamos los kilos perdidos después de una dieta muy restrictiva, en ocasiones no solo recuperamos esos kilos perdidos sino que los aumentamos.
¿Por qué sucede esto? Al aportar a nuestro cuerpo muy pocas calorías nuestro metabolismo se ralentiza quemando así menos calorías en reposo, ya que nuestro cuerpo entiende que debe guardar esas calorías para poder funcionar correctamente.
Al dejar la dieta y volver a nuestra alimentación habitual, aportamos un mayor número de calorías para las cuales nuestro cuerpo no está preparado y no puede quemarlas, haciendo así que se acumule en forma de grasa.
¿Entonces cómo puedo perder peso evitando estos problemas?
Lo primero que debemos entender es que para perder peso no es necesario dejar de comer, de hecho es más bien lo contrario, debemos comer, pero de manera más saludable.
Obtén tu plan nutricional personalizado
Es aconsejable acudir a un profesional que evalúe nuestra situación actual, que conozca nuestro cuerpo y que déficit tenemos. Partiendo de esta base te podrá diseñar un plan nutricional adaptado única y exclusivamente a tus necesidades e irá cambiándolo a medida que estas cambien.
También debemos saber que perder peso no es cuestión de 1 o 2 meses, todo cambio conlleva un tiempo y un aprendizaje. Tenemos que aprender a comer, conocer cómo funciona nuestro organismo y aportarle todo lo que necesita. Esto no los conseguiremos solas, necesitamos a alguien que tenga los conocimientos necesarios para acompañarnos en el camino.
IMPORTANTE. No debemos olvidarnos de incorporar a nuestra rutina alguna actividad física, no tiene que ser ir al gimnasio, puede ser cualquier actividad que te guste como pilates, dance fitness, tonificación… La actividad que más nos guste, de este modo nos resultará más fácil que se convierta en un habito más de nuestra vida.
Descubre nuestras clases
Si no quieres perderte ninguna de nuestras publicaciones suscríbete