Kéfir y sus beneficios

¿Qué es el Kéfir?

Es un producto lácteo parecido al yogur, de sabor agrio y con microorganismos diferentes. Está compuesto de bacterias probióticas y levaduras, la fermentación de estas da lugar a un producto sin casi nada de lactosa ya que en la fermentación los microorganismos se alimentan de los azúcares de la leche.

Tipos de kéfir

Kéfir de leche:

Este es el más común.  Se obtiene de la leche, es más similar al yogur y tiene más sabor.  En caso de buscar una dosis de proteína y calcio, este es el indicado.

Kéfir de agua:

Considerado el más beneficioso ya que es ideal para las personas intolerantes a la lactosa,  es vegano, contiene menor índice de grasa, calorías y proteínas que los yogures.
Dentro de los kéfir de agua encontrarás el de agua de coco, la diferencia es que contiene más minerales como el magnesio.

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Beneficios de tomar Kéfir

El kéfir cuenta con una gran cantidad de probióticos beneficiosos para la salud y que ayuda a mantener una buena digestión pero ¿qué nos aportan realmente al organismo?

  • Refuerza la flora intestinal.
  • Es una fuente de bacterias buenas que ayuda a repoblar y mantener la microbiota.
  • Activa el sistema digestivo ayudando con el estreñimiento.
  • Fortalece el sistema inmunológico. Las bacterias del ácido láctico tiene efectos antibacterianos.
  • Reduce los problemas de intolerancias alimentarias, evitando la permeabilidad intestinal que es causante de algunas intolerancias.
  • Reduce la presión arterial, gracias a que ayuda a regular los niveles de colesterol alto y triglicéridos.
  • Fortalece los huesos frente a la osteoporosis.
  • Reduce al máximo la posibilidad de tener el hongo cándida.
  • Es rico en calcio, magnesio, fósforo, vitaminas B y K, selenio, zinc..
  • Ayuda a conciliar el sueño o en procesos de ansiedad gracias al triptófano que contiene.

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La mejor forma de tomar Kéfir

La forma ideal de empezar a consumir kéfir es ir consumiendo poco a poco para que tu cuerpo se adapte a los microorganismos que contiene.

  • Primera dosis: 100 ml diarios. Puedes repartirlos en dos raciones. Lo ideal es tomarlo por las mañanas que es cuando se digiere mejor..
  • Sube la dosis a 500 ml diarios. En la medida en la que notes cómo mejora tu digestión, puedes tomar 2 vasos de 250 ml al día.
  • Primera dosis para los niños: 25 ml al día. Los niños pueden consumir kéfir, pero la preparación debe tener solo un día de fermentación y siempre previa consulta a su pediatra.

Se puede tomar con cereales, con fruta, en batidos y zumos.

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